Mi violencia empieza hace 30 años cuando soy diagnosticada portadora del virus del SIDA.

Mi familia son los primeros en cerrarme las puertas. Mi marido, que ahora es mi “ex” me lo transmitió.

Viendo que mi familia pasaba, él empezó la violencia verbal y la violencia física.

Intenté suicidarme porque estaba harta y no encontraba salida, era visitar Urgencias con palizas, no podías abrir la boca.

Si hacías algo de comer que no le gustase te lo tiraba al suelo.

Llegué a considerarme que era “mierda”, que no valía para nada.

Gracias a un hermano pude salir de ese calvario.

Esto pasé hace 20 años, y la verdad ahora soy una mujer empoderada. Gracias a CERMI CV y su Comisión Mujeres CERMI CV empecé a dar la cara a la Violencia de Género y al VIH, y la verdad que soy una mujer muy feliz.

Y si este relato ayuda a hacer alguna mujer más feliz, pues guay.

De la Violencia se sale, denuncia y te ayudarán.